FIFA anuncia a Arabia Saudita y Sudamérica como sedes clave para los próximos Mundiales, marcando un capítulo histórico en el fútbol. Foto: FocoUy
FIFA anuncia un hito global: Arabia Saudita organizará el Mundial 2034, mientras Uruguay revive la magia del primer torneo en 2030.
El Congreso Extraordinario de la FIFA marcó un momento histórico al designar a Arabia Saudita como la sede del Mundial 2034. Este anuncio no solo confirma el papel central de este país en el fútbol internacional, sino que también resalta la diversidad geográfica de las próximas ediciones del torneo más importante del deporte rey. Mientras tanto, la emoción también se hizo sentir en Uruguay, tras la confirmación de que el país, junto a Argentina y Paraguay, será anfitrión de los partidos inaugurales del Mundial 2030, celebrando así el centenario de la primera Copa del Mundo.
En Montevideo, la noticia fue recibida con alegría en la sede de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Ignacio Alonso, representante de la AUF en el Congreso, no fue el único protagonista de esta jornada. En la calle Guayabos, varios dirigentes, empleados y aficionados se congregaron para esperar la resolución oficial. La emoción fue palpable cuando se confirmó que Uruguay volverá a ser escenario de un Mundial, justo cien años después de haber organizado la primera edición en 1930. Este hito histórico no solo pone en perspectiva el legado del fútbol uruguayo, sino que también ofrece una oportunidad única para mostrar la evolución de su infraestructura deportiva y urbana.
La FIFA destacó que la candidatura conjunta de Uruguay, Argentina y Paraguay ofrece una experiencia emotiva y estimulante para los aficionados. Este aspecto fue subrayado tras analizar elementos como estadios, instalaciones para selecciones nacionales, infraestructura para árbitros, hospedajes, transporte y zonas designadas para los Fan Festivals. Además, se evaluaron aspectos comerciales y de sostenibilidad. En el caso específico de Montevideo, se enfatizó en los proyectos de modernización, incluyendo la renovación del Estadio Centenario, un emblema del fútbol mundial que será actualizado para este evento tan especial.
El comunicado oficial de la FIFA resaltó también la capacidad de los tres países sudamericanos para organizar de manera satisfactoria la celebración del centenario de la Copa del Mundo. Los informes de evaluación, que fueron presentados el 30 de noviembre, señalaron que estas naciones cumplen con los requisitos mínimos de organización, destacando criterios como infraestructuras, servicios y derechos humanos. Este fue un punto de consenso en el Congreso Extraordinario, donde también se confirmó que Marruecos, Portugal y España serán las sedes del resto del torneo, ampliando el alcance global del evento.
La propuesta sudamericana incluye cuatro estadios repartidos en tres ciudades: el Monumental de Buenos Aires en Argentina, el Estadio Centenario de Montevideo y dos recintos en Asunción, Paraguay, el Defensores del Chaco y el Nuevo Estadio Nacional. Este enfoque asegura una distribución equilibrada y destaca la riqueza cultural y deportiva de la región. En el caso de Uruguay, la remodelación del Centenario no solo implica una mejora estructural, sino también una reivindicación de su papel como pionero en la historia de los mundiales.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, subrayó la importancia simbólica de este acuerdo, calificándolo como un mensaje de unidad en un mundo cada vez más dividido. “Estaremos celebrando los 100 años de la primera Copa del Mundo de una manera única, reuniendo a seis países, cuatro continentes y organizando 104 partidos que serán inolvidables”, declaró Infantino durante su discurso. Este enfoque inclusivo no solo refuerza los valores del fútbol como herramienta de integración, sino que también presenta un modelo novedoso para futuros torneos.
La decisión de otorgar a Arabia Saudita la organización del Mundial 2034 también generó un impacto significativo. Es la primera vez que este país del Golfo Pérsico albergará una Copa del Mundo, consolidando su presencia en el panorama deportivo global. Este hecho no solo refleja los esfuerzos de Arabia Saudita por diversificar su economía a través del deporte, sino también su capacidad para liderar eventos de gran magnitud. La región, que en los últimos años ha sido anfitriona de torneos de tenis, boxeo y automovilismo, demuestra así su potencial como destino de clase mundial.
La narrativa alrededor de estas designaciones también estuvo cargada de emoción. El anuncio del Mundial 2030 y el regreso de Uruguay a la escena mundial evocan recuerdos de aquel primer torneo, donde el Estadio Centenario fue testigo del inicio de una tradición que hoy une a millones. El simbolismo de este evento no pasa desapercibido, especialmente para los uruguayos, que ven en esta oportunidad una forma de reafirmar su identidad futbolística en un escenario global.
En las palabras de Infantino, esta decisión representa un ejemplo de cómo el deporte puede unir a las naciones. “Hemos logrado un acuerdo que refleja la comprensión mutua y el respeto entre las partes. Este es un mensaje poderoso de unidad que el mundo necesita hoy más que nunca”, enfatizó. Estas palabras resonaron con fuerza en Montevideo, donde la noticia fue recibida con orgullo y entusiasmo.
Así, el camino hacia el centenario del Mundial de 2030 y la edición de 2034 en Arabia Saudita promete ser un capítulo emocionante en la historia del fútbol. La combinación de pasado, presente y futuro no solo enriquece el legado del torneo, sino que también ofrece una plataforma para celebrar la diversidad y el impacto global de este deporte.
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