Relatos de crímenes recientes y pasados que aún generan preguntas, con avances judiciales en algunos y misterios sin resolver en otros.
Desde historias inconclusas que buscan justicia hasta crímenes esclarecidos con condenas ejemplares, el impacto de estos hechos sigue vigente
En Salto, una serie de homicidios ocurridos en los últimos años ha dejado interrogantes abiertos y ha generado múltiples reclamos de justicia. Algunos casos continúan sin resolverse, mientras que otros han tenido fallos recientes que buscan dar un cierre. Cada episodio tiene sus particularidades, entremezclando dolor y reclamos que no pierden vigencia.
Casos sin resolver
Charly Ferreira fue visto con vida por última vez en 2007, al ingresar en un móvil policial que lo trasladaría primero al hospital y luego a una seccional. Lo que debía ser un procedimiento rutinario tomó un giro inesperado cuando, horas más tarde, su cuerpo apareció sin vida en la ruta 31. Durante años, la familia exigió respuestas y, aunque el caso despertó gran interés en aquel momento, con el tiempo las Investigaciones se diluyeron. Finalmente, dieciséis años después, la justicia decidió archivarlo, sin que nunca se identificara a ningún responsable. Aquella ruta, que muchos salteños transitan a diario, quedó en la memoria como un lugar que guarda un misterio sin resolver.
En 2018, Nazarena Porto, una adolescente de 16 años, salió de su casa el 30 de diciembre para no volver jamás. Tras días de búsqueda y angustia, su cuerpo fue encontrado el 2 de enero de 2018 en la cañada Santa Cecilia, cerca del kilómetro 506 de la ruta 3. Aquel lugar, que antes pasaba desapercibido para la mayoría, se convirtió en el escenario de un caso que sigue esperando respuestas. La madre de Nazarena ha sido una figura clave en la lucha por mantener viva la investigación, denunciando reiteradamente la inacción de la Fiscalía. Con el tiempo, los rumores de un posible archivo del caso han aumentado, algo que añade una carga extra al dolor de la familia, que sigue esperando justicia.
Carlos María Alvez, un jubilado de 73 años, fue asesinado en su propia casa en la localidad de Cerros de Vera el 24 de marzo de 2020. La escena fue brutal: recibió 19 puñaladas en un ataque que dejó perplejos a vecinos y conocidos. Carlos era un hombre conocido en su comunidad, y su asesinato sacudió la tranquilidad de esa zona rural. A pesar de los esfuerzos iniciales de la Policía, hasta el día de hoy no se ha podido identificar al culpable. Para su familia, la incertidumbre pesa más que cualquier otra cosa, mientras los años pasan y la esperanza de resolver el caso comienza a desvanecerse.
En agosto de 2024, en el barrio La Humedad, una mujer de 48 años fue atacada mientras dormía en su hogar. La violencia fue tal que varias personas ingresaron a la vivienda durante la noche y la agredieron con un machete. La víctima, que logró ser trasladada al hospital, murió dos días después a causa de las heridas. En este caso, la Policía logró detener a un sospechoso de 30 años, pero los investigadores continúan buscando a otros cuatro implicados. Este crimen dejó al barrio en estado de alerta, mientras los vecinos intentan comprender qué pudo haber llevado a semejante nivel de violencia.
Casos resueltos
En 2022, el asesinato de una trabajadora sexual generó indignación por la crudeza de los hechos. La mujer fue asfixiada dentro de un automóvil por un hombre que cometió el crimen en presencia de su hija de cuatro años. Este detalle hizo que el caso cobrara aún más notoriedad, ya que la niña fue testigo directo de lo ocurrido. Dos años después, en noviembre de 2024, la justicia dictó sentencia y condenó al autor del homicidio a la pena máxima de 45 años de prisión efectiva. Para quienes siguieron el caso, la resolución significó un paso importante en la lucha contra la violencia de género, aunque el dolor de la pérdida sigue siendo irremediable.
En diciembre de 2024, un hombre de 29 años fue asesinado en el barrio Nuevo Uruguay. El ataque, ocurrido en plena vía pública, involucró una varilla de hierro que atravesó el pecho de la víctima. La Policía, que llegó rápidamente al lugar, detuvo al agresor, un joven de 24 años, quien no opuso resistencia. Este hecho, aunque violento, fue resuelto con rapidez gracias a la intervención inmediata de las autoridades, lo que permitió que el caso avanzara sin demoras en el sistema judicial. Para los vecinos del barrio, el incidente dejó preguntas sobre cómo abordar y prevenir situaciones de violencia en el futuro.
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