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Denuncias constantes reflejan una alarmante cadena de negligencias en un sistema de salud colapsado y desbordado.
Mala praxis, negligencias médicas y un sistema de salud colapsado reflejan la crisis de un hospital, gestionado por figuras sin experiencia ni compromiso real.
Desde hace casi cinco años, el Hospital de Salto ha estado bajo la dirección de políticos que, tras no destacar en elecciones, encontraron en estos cargos una suerte de premio consuelo. Esta situación ha sumido al hospital en una crisis profunda, caracterizada por la escasez de medicamentos, negligencias médicas y una serie de irregularidades que mantienen en vilo a la comunidad salteña.
Las denuncias por mala praxis se multiplican. Un caso que resuena es el de una paciente que sufrió un accidente que le fracturó el codo izquierdo. Tras esperar ocho horas en el pasillo de emergencias, fue intervenida quirúrgicamente. Al día siguiente, recibió el alta sin calmantes y con indicaciones de mover el codo, a pesar del dolor insoportable. Días después, se le informó que necesitaba una nueva cirugía debido a un desplazamiento, pero esta se pospuso hasta el regreso del cirujano de sus vacaciones. Además, se descubrió que tenía cinco costillas fracturadas que no fueron detectadas inicialmente.
Otro episodio alarmante involucra a una mujer que, tras una operación ocular, quedó ciega de un ojo. Tiempo después, fue intervenida de las muñecas, lo que resultó en la pérdida de movilidad en ambas manos. Historias como estas abundan, reflejando una preocupante cadena de negligencias médicas.
Para agravar aún más el panorama, se ha denunciado que, en muchos casos, los médicos hacen firmar a los pacientes documentos que los eximen de toda responsabilidad ante posibles errores. Este procedimiento, que parece diseñado para protegerse legalmente, deja a los pacientes en una situación de vulnerabilidad y debería ser revisado de inmediato. Es una práctica que no solo genera indignación, sino que también cuestiona los estándares éticos en el manejo de la salud pública.
La falta de medicamentos es otro problema crítico. Usuarios del hospital han expresado su malestar ante un nuevo sistema en el servicio de farmacia que provoca esperas de hasta seis y siete horas para acceder a la medicación. A pesar de las denuncias, autoridades han negado la escasez de medicamentos, afirmando que todos los fármacos necesarios están disponibles.
Sin embargo, los testimonios de los usuarios contradicen estas declaraciones, evidenciando una desconexión entre la administración y la realidad que enfrentan los pacientes.
La negligencia no se limita a la atención médica. Usuarios han denunciado demoras excesivas en emergencias, con esperas de hasta 16 horas para ser atendidos. Además, se reportan situaciones en las que pacientes dados de alta, que no pueden caminar, esperan horas por un traslado que nunca llega, obligando a sus familiares a buscar soluciones por cuenta propia.
La gravedad de estas situaciones ha llevado a que más de 150 usuarios firmen una carta dirigida a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), reclamando por la falta de empatía en la atención, demoras en emergencias y escasez de medicamentos.
A pesar de ello, las autoridades parecen hacer oídos sordos, manteniendo una gestión deficiente que pone en riesgo la salud y la vida de los salteños.
La negligencia en el Hospital de Salto es un problema que el actual gobierno ha pasado por alto, permitiendo que el amiguismo y los arreglos electorales prevalezcan sobre la salud de la población. Es imperativo que se tomen medidas urgentes para corregir estas deficiencias y garantizar una atención médica digna y de calidad para todos.
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Fundado el 9 de abril de 2010, Diario Salto Al Día es un medio de prensa de Uruguay que se dedica a informar sobre noticias nacionales e internacionales.