Propuestas buscan fortalecer la seguridad y el comercio a través de cooperación regional estratégica. Foto: Dante Fernández/FocoUy
Javier Milei presenta un plan de acción en el Mercosur para enfrentar el narcotráfico con una agencia ágil y moderna.
Durante su intervención en la reciente Cumbre del Mercosur celebrada en Montevideo, el presidente argentino, Javier Milei, tomó el escenario para exponer una visión crítica sobre la situación actual del bloque regional y la influencia de las bandas narcoterroristas en la región. En un discurso cargado de detalles y con un tono firme, Milei abordó los desafíos de seguridad y desarrollo que enfrentan los países miembros, presentando propuestas concretas para enfrentar lo que calificó como una crisis inminente.
La triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, según Milei, se ha convertido en un punto neurálgico para la actividad del narcotráfico y el terrorismo. Con una expresión seria, el presidente describió esta área como un "colador" que permite el paso de organizaciones criminales que cada vez extienden más su influencia. No faltaron en su discurso referencias específicas que ilustraran esta problemática. "En nuestros territorios, estas bandas están expandiendo su mancha de influencia. Sus acciones no solo comprometen nuestra seguridad, sino que afectan profundamente el desarrollo económico de toda la región", expresó Milei.
Desde este diagnóstico, el mandatario propuso la creación de una agencia regional dedicada exclusivamente a combatir estas organizaciones. Este organismo, en sus palabras, no sería una institución burocrática más, sino un ente ágil y moderno, capaz de coordinar esfuerzos conjuntos entre los países del Mercosur. La propuesta incluye investigadores provenientes de todas las naciones miembros, quienes trabajarán en equipo para estudiar y desarticular las operaciones de estas bandas criminales. Según el mandatario, este enfoque permitiría una mayor eficiencia en la lucha contra el narcotráfico y garantizaría la seguridad de las fronteras.
"Es hora de dejar de lado la burocracia y adoptar estrategias modernas que realmente funcionen. No podemos seguir permitiendo que estas bandas sigan dominando territorios y ampliando su poder. La cooperación entre las naciones del Mercosur será fundamental para detener este avance", enfatizó Milei, dejando claro que la solución a este problema no puede ser aislada, sino que requiere un esfuerzo colectivo.
En otro momento de su exposición, Milei relacionó esta problemática con los desafíos económicos que enfrenta la región. Señaló que el narcotráfico no solo representa una amenaza directa a la seguridad, sino que también afecta el comercio y la estabilidad económica de los países involucrados. Utilizó cifras e imágenes contundentes para ilustrar cómo estas bandas generan un entorno de inseguridad que repercute en la capacidad de los países para atraer inversiones y fomentar el desarrollo económico. "El narcotráfico no solo destruye vidas y comunidades; también obstaculiza el crecimiento de nuestras economías. La seguridad y el desarrollo deben ir de la mano si queremos un futuro mejor para nuestros pueblos", agregó.
Milei también vinculó su propuesta de lucha contra el narcotráfico con una visión más amplia sobre el futuro del Mercosur. En su discurso, criticó duramente la rigidez y las limitaciones actuales del bloque, destacando la necesidad de flexibilizar las normas comerciales y de fomentar la autonomía de los países miembros. Según él, un Mercosur más dinámico y competitivo podría ser una herramienta clave para combatir tanto los problemas de seguridad como las dificultades económicas de la región.
"Necesitamos revisar profundamente cómo opera el Mercosur. El exceso de regulaciones y las dificultades para implementar normas no solo frenan el comercio intra bloque, sino que también limitan nuestras capacidades para enfrentar amenazas como el narcotráfico", señaló el mandatario argentino. Asimismo, mencionó que su presidencia pro tempore del bloque buscará impulsar cambios significativos en este sentido, incluyendo la revisión del arancel externo común y la flexibilización de los acuerdos comerciales entre los países miembros.
Para Milei, la solución pasa por permitir que cada país tenga la libertad de negociar acuerdos comerciales de manera independiente, adaptándose a sus propias necesidades y prioridades. Esta postura, según explicó, no solo beneficiaría a cada nación individualmente, sino que fortalecería al Mercosur como un todo. "Un bloque flexible y adaptable es un bloque fuerte. Solo podremos enfrentar los desafíos actuales si trabajamos juntos, pero respetando las particularidades de cada uno de nuestros países", argumentó.
Durante su discurso, Milei no perdió la oportunidad de conectar emocionalmente con su audiencia. En un tono que combinaba indignación y esperanza, habló en nombre de los 47 millones de argentinos que representa, subrayando los efectos devastadores que el "chamanismo económico" de gobiernos anteriores ha tenido en su país. Mencionó que la Argentina tiene el mismo Producto Bruto Interno per cápita que en 2007, no ha generado puestos de trabajo en el sector privado en una década y enfrenta una pobreza diez veces mayor que hace 50 años.
"Nuestro país ha sido destrozado por políticas económicas erráticas y por la inercia de no querer cambiar las cosas. Necesitamos crecer, y necesitamos hacerlo de manera urgente. Para nosotros, liberar el comercio no es una opción, es una necesidad", afirmó Milei, haciendo hincapié en la importancia de abrir el Mercosur al comercio global y de eliminar las barreras que actualmente limitan su potencial.
En otro pasaje, Milei se dirigió directamente a los demás líderes del Mercosur, instándolos a unirse en esta causa. Reiteró que enfrentar las amenazas del narcotráfico y del estancamiento económico no es solo una cuestión de interés nacional para Argentina, sino una necesidad compartida por toda la región. "Cuando aumentamos nuestro comercio, nos convertimos en mejores clientes y proveedores. Esta es una oportunidad para que todos salgamos beneficiados, pero solo será posible si actuamos juntos y con determinación", manifestó.
El discurso del presidente argentino incluyó varios momentos que buscaron inspirar a sus pares. En una parte particularmente emotiva, Milei reflexionó sobre la capacidad de los seres humanos para cambiar su destino, invitando a los líderes presentes a ser parte de un momento histórico. Con un tono casi filosófico, afirmó: "Hacer historia no es algo reservado para los libros de texto o para los grandes héroes del pasado. Nosotros, aquí y ahora, tenemos la libertad de transformar nuestro destino. Es hora de que hagamos ejercicio de esa libertad y demostremos que somos capaces de algo grande".
Así, con un discurso que combinó propuestas concretas, críticas directas y un llamado a la acción, Javier Milei dejó en claro su visión para el Mercosur y para la región en su conjunto, enfatizando la necesidad de enfrentar los problemas con pragmatismo, unidad y una renovada ambición por el cambio.
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