Mujer dispara a su pareja en legítima defensa tras años de violencia: una historia marcada por el lujo y el abuso en Uruguay

Una mujer fue absuelta tras probar que disparó en legítima defensa en un caso que involucró violencia y denuncias en Uruguay.

Romina Camejo reconstruye su vida tras ser absuelta por la muerte de Gonzalo Aguiar, empresario acusado de violencia y estafas.

En la vida de Gonzalo Aguiar y Romina Camejo, las armas de fuego no eran algo extraño. Para el empresario uruguayo, trasladarse armado y contar con un custodio policial era parte de su día a día. Este estilo de vida quedó en evidencia en 2022, cuando ambos fueron acusados por la Policía tras una denuncia que indicaba que portaban armas en un auto de alta gama. Según Camejo, su pareja era un "coleccionista" y aseguraba que todo estaba "en regla".

Aguiar, conocido por sus conexiones políticas y policiales, mantenía una relación de casi tres años con Camejo. Seis meses antes de que ocurriera la tragedia, había nacido la primera hija de ambos. En redes sociales, la pareja solía mostrar una vida de lujo: fotos en yates, frente a autos deportivos y en grandes eventos. Sin embargo, detrás de esa fachada, la relación estaba marcada por la violencia, que se intensificó tras el nacimiento del bebé.

El 26 de febrero de 2024, esa violencia alcanzó su punto más crítico. Antes de dirigirse a la casa de Camejo en Punta del Este, Aguiar le envió un mensaje amenazante: "Voy a ir y le voy a romper la cabeza, la voy a cortar en pedazos". Cuando llegó al lugar, descontrolado y gritando “Te voy a matar, dame la bebé”, intenté cumplir sus amenazas. Camejo reaccionó rápidamente: tomó un arma y le disparó hasta que cayó al suelo. Luego, buscó refugio y llamó a la Policía. Aguiar murió en el lugar.

La Fiscalía inició una investigación para esclarecer los hechos y asuntos que Camejo actuó en legítima defensa. Durante los 10 meses que duró el proceso judicial, la mujer permaneció en libertad, aunque con restricciones. Se le impuso la obligación de fijar domicilio, la prohibición de salir de Montevideo y se le retuvo el pasaporte. Estas medidas estaban vigentes mientras el juez evaluaba si debía imputarla por homicidio o confirmar que su acción fue en legítima defensa.

Actualmente, Camejo ha recuperado su libertad absoluta. Según su abogado, Camilo Silvera, la prioridad de la joven ahora es reconstruir su vida y dedicarse al cuidado de su hija. "Está tratando de salir adelante con el apoyo de su familia", declaró Silvera en una entrevista con el noticiero Telemundo de Canal 12.

Además de la investigación por su muerte, Aguiar dejó un legado de causas judiciales pendientes. Una de las más relevantes es una denuncia por estafa contra sus socios canadienses en un proyecto de cannabis medicinal en el departamento de Salto. También está bajo investigación la boda falsa que organizó con Camejo, un evento que tuvo lugar mientras ella estaba embarazada.

La extravagante ceremonia, celebrada en una lujosa mansión en Punta del Este valorada en 4 millones de dólares, costó aproximadamente 150.000 dólares y contó con la presencia de destacadas figuras del ámbito político. Sin embargo, el supuesto juez que ofició el matrimonio no era un funcionario del Registro Civil, sino alguien cercano a Aguiar que simuló el rol. Además, otra persona del entorno del empresario se presentó ante inversores como el presidente del Banco República, Salvador Ferrer, utilizando incluso su apodo. Estas irregularidades están siendo investigadas por la Fiscalía, que ha imputado a varios implicados por presunta usurpación de funciones públicas.

Romina Camejo, quien se declaró como testigo en este caso, aseguró que desconocía que el matrimonio era falso. Según su abogado, tanto ella como los invitados fueron engañados por Aguiar y su círculo íntimo. "Ella brindó su testimonio una vez, ya que desconocía la situación", señaló Silvera.

Camejo también ha sido conocido en el mundo del espectáculo como cantante, una faceta que desarrolló gracias a las extravagancias de Aguiar. En 2021, pagó 50.000 dólares para que fuera invitada a participar en un certamen internacional en Colombia. Aunque no era una figura conocida en el ambiente, Camejo expresó en su momento: “Gracias por darme el espacio, ya me estoy acostumbrando a verlos, y cuando regrese a Uruguay los voy a extrañar”.

A pesar de todo lo ocurrido, Camejo sigue intentando encontrar estabilidad en su vida. Con su hija como prioridad, busca dejar atrás el tumulto de una relación marcada por el lujo, la violencia y los escándalos, mientras reconstruye su presente apoyada en su familia y alejada de la vida pública que alguna vez utilizó.