El siniestro vial dejó dos heridos y reavivó el debate sobre la seguridad en cruces transitados y la conducción responsable.
Un niño fue embestido mientras cruzaba una calle junto a su padre. La moto era conducida por un menor que también resultó herido.
Un niño de apenas 4 años lucha por su vida tras haber sido atropellado por una moto en un cruce concurrido del barrio Salto Nuevo, en la intersección de las avenidas Manuel Patulé y Solari. La escena, que ocurrió poco después de las ocho de la noche del miércoles, dejó a vecinos y transeúntes consternados ante la gravedad del accidente. El pequeño, que iba de la mano de su padre, intentaba cruzar la calle cuando ocurrió lo inesperado: un birrodado irrumpió en su camino.
Según el relato del padre, un hombre de 27 años que presenció cada segundo del accidente, él y su hijo guardaban pacientemente el momento oportuno para atravesar la calle. Dos vehículos pasaban a cierta distancia cuando, de manera abrupta, la motocicleta, una Yamaha Crypton conducida por un adolescente de 17 años, impactó contra el niño. En ese instante, la calma habitual de la zona se rompió con el estruendo del choque y los gritos de desesperación.
Quienes se encontraron en las inmediaciones corrieron a asistir a las víctimas. Algunos llamaron a emergencias, mientras otros intentaban consolar al padre, visiblemente afectado. Entre los testigos, una vecina del barrio recordó cómo había advertido días atrás sobre la imprudencia de algunos motociclistas que suelen circular a alta velocidad por esas avenidas, algo que, tristemente, se materializó en este incidente. “Esto era una tragedia anunciada”, comentó con evidente indignación.
Pocos minutos después, llegó una unidad de emergencia móvil que se encargó de brindar los primeros auxiliares al niño. El diagnóstico preliminar fue categórico: “politraumatismo grave”. Los profesionales no dudaron en trasladarlo de inmediato al Hospital de Salto, donde ingresó en estado crítico. La atención médica urgente fue crucial, pero los pronósticos siguen siendo reservados. Mientras tanto, el conductor de la moto, que también sufrió lesiones significativas, fue diagnosticado con “politraumatismo moderado” y una fractura de clavícula. Él también fue llevado al mismo hospital para recibir atención especializada.
El joven de 17 años que conducía la moto se desplazaba solo en el momento del accidente. Aunque las circunstancias exactas del siniestro aún están bajo investigación, algunos testigos señalan que el birrodado se movía a una velocidad considerable. Un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato afirmó: “No es la primera vez que vemos a adolescentes manejando motos de forma imprudente. Es una desgracia para todos los que vivimos aquí”. La falta de control en el tránsito y la frecuente presencia de menores al mando de vehículos motorizados son problemas recurrentes en la zona, según comentan los residentes.
El lugar del accidente, donde quedó la motocicleta volcada y las marcas en el asfalto, se llenó de curiosos poco después del incidente. Entre ellos, una señora mayor expresó su preocupación por la falta de infraestructura adecuada para los peatones, especialmente en una intersección tan transitada. “No hay señales claras ni pasos peatonales bien delimitados. Esto podría haber sido evitado con un poco más de previsión”, lamentó.
En el hospital, la sala de emergencias se convirtió en un lugar de incertidumbre y angustia para los familiares de las víctimas. El padre del niño, aún conmocionado, guardaba noticias sobre la evolución de su hijo, mientras los médicos realizaban esfuerzos para estabilizarlo. Aunque él salió ileso básicamente, las secuelas emocionales del accidente probablemente lo acompañarán por mucho tiempo.
Por otro lado, las autoridades locales ya están investigando los hechos para determinar responsabilidades. La Policía de Tránsito tomó declaraciones tanto del padre como del adolescente involucrado, además de realizar peritajes en el lugar del accidente. Según los primeros informes, la motocicleta estaba en regla, pero aún queda por esclarecer si el conductor cumple con todas las normativas requeridas para circular, considerando su edad.
El incidente ha reavivado el debate en Salto sobre la seguridad vial y la educación en el tránsito, especialmente entre los más jóvenes. En este sentido, las autoridades municipales han recibido numerosas críticas por no implementar controles más estrictos que eviten este tipo de accidentes. Vecinos del barrio Salto Nuevo han señalado la necesidad urgente de instalar señalización más clara y reductores de velocidad en puntos críticos como la intersección de Patulé y Solari.
Mientras tanto, el destino del pequeño es incierto. Su estado crítico mantiene a toda la ciudad en vilo, que espera con ansias buenas noticias desde el hospital. Este episodio, más allá de su gravedad, pone de manifiesto una problemática que afecta no solo a Salto, sino a muchas otras ciudades del país: la falta de medidas de conciencia vial y la insuficiencia de seguridad que protege tanto a conductores como a peatones.
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