Un perro de raza pitbull atacó a una mujer, causándole graves lesiones en la pierna. La rápida acción policial evitó un desenlace fatal.
Una mujer sufrió heridas severas tras el ataque de un pitbull mientras trabajaba. La intervención policial logró evitar una tragedia mayor.
Una mujer de 69 años se encuentra en observación tras sufrir un feroz ataque por parte de un perro de raza pitbull que prácticamente le destrozó una pierna y le provocó una fractura ósea. El incidente ocurrió en Salto, mientras la mujer realizaba tareas domésticas en la vivienda donde vive el animal.
Todo comenzó la mañana del jueves, cerca de las 10, en una casa ubicada en la calle Maciel al 1400, en el barrio Cerro. Según el relato de las autoridades, la víctima había finalizado su jornada laboral y se dispuso a retirarse del domicilio cuando el perro la atacó de forma violenta. Los gritos de la mujer alertaron a la dueña de casa, una joven de 26 años, quien intentó intervenir. Armada con un palo de escoba, golpeó al animal repetidamente hasta lograr que soltara a la mujer, pero el daño ya estaba hecho: la pierna izquierda de la víctima presentaba una lesión grave con abundante sangrado.
Mientras tanto, una funcionaria policial que vive cerca del lugar escuchó el alboroto y llamó al 911 pidiendo refuerzos. Sin esperar, acudió al sitio y se encontró con una escena dramática: el perro seguía agresivo, intentando atacar nuevamente a la víctima. La dueña del animal se interpuso para evitar que el ataque continuara, mientras la oficial, desde el otro lado de una reja, disparaba su arma reglamentaria al aire para ahuyentar al perro.
El desenlace llegó cuando apareció un familiar de la dueña y logró inmovilizar al animal, permitiendo finalmente que los policías rescataran a la mujer. En medio de la urgencia, le aplicaron los primeros auxiliares mientras el sangrado abundante seguía siendo una amenaza para su vida. Una ambulancia llegó poco después y, escoltada por móviles policiales, trasladada a la mujer al hospital con un diagnóstico inicial que describía la gravedad del ataque: mordedura profunda en la pierna izquierda, con fractura y compromiso vascular evidente.
En el hospital, la víctima fue intervenida de inmediato. Los médicos realizaron una reconstrucción vascular compleja para restaurar el flujo sanguíneo en la pierna afectada, además de una cirugía por la fractura de tibia. Posteriormente, un equipo de cirujanos plásticos llevó a cabo una reconstrucción para reparar los extensos daños causados por las mordidas.
Mientras la mujer permanece en recuperación en un centro de salud privado, su familia enfrenta momentos de incertidumbre y espera que la evolución tras las cirugías sea favorable. Por ahora, los pronósticos están reservados, pero los médicos confían en que las intervenciones realizadas permitirán una recuperación progresiva.
Este incidente reaviva el debate sobre la tenencia responsable de animales, especialmente en el caso de razas consideradas potencialmente peligrosas. Vecinos del barrio han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que algo similar pueda ocurrir en el futuro. En tanto, las autoridades investigan las condiciones en las que se encontró el perro y la responsabilidad de sus dueños en el trágico episodio.
El barrio Cerro, habitualmente tranquilo, quedó conmocionado por el ataque. Testigos relatan que las escenas de auxilio, el esfuerzo de la dueña por controlar al animal y la rápida intervención de la policía mostraron la gravedad de la situación. Muchos vecinos se congregaron cerca del lugar, impactados por lo ocurrido y preocupados por la seguridad en el barrio.
La presencia de perros considerados de razas peligrosas, como el pitbull involucrado en este ataque, siempre genera controversia. Algunos vecinos defendieron a la propietaria del animal, afirmando que siempre lo había mantenido bajo control y que este comportamiento era inesperado. Sin embargo, otros destacaron la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y exigir un manejo más estricto de estos perros para prevenir situaciones similares.
Mientras tanto, la dueña del pitbull colabora con la investigación policial. Según su testimonio, el perro nunca había mostrado señales de agresividad previa, lo que hace aún más difícil entender qué pudo desencadenar el ataque. Las autoridades continúan evaluando si se tomarán medidas legales contra los responsables del animal, en función de lo que determinen las investigaciones.
El estado de salud de la víctima sigue siendo delicado, pero los médicos aseguran que las cirugías iniciales han sido exitosas en estabilizar su condición. La recuperación será larga y requerirá rehabilitación, especialmente por la fractura y los daños vasculares sufridos. Su familia, que permanece junto a ella, agradece la rápida acción de los policías y vecinos que lograrán contener la situación y evitar un desenlace aún más trágico.
Este caso recuerda la importancia de actuar con responsabilidad al tener animales de compañía, más aún cuando se trata de razas con una mayor capacidad de daño en caso de ataques. También pone en evidencia la necesidad de protocolos de emergencia claros para enfrentar situaciones de este tipo, que involucran no solo a los propietarios, sino también a las autoridades ya la comunidad en general.
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