Raíces vs. Intendencia de Salto: grieta por estabilidad laboral discrecional en el FA

Críticas por designaciones directas y debate sobre meritocracia en la administración pública.

Raíces critica el convenio de estabilidad laboral en Salto, denunciando designaciones directas y falta de concursos, abriendo una grieta en el Frente Amplio mientras exige respeto a la igualdad y la transparencia.

Por Gonzalo Sualina

Periodista

A veces, en la política, lo que parece una declaración de principios puede ser también un cálculo. Y eso es justo lo que pasa ahora en Salto, donde la Lista 133 del Frente Amplio, conocida como RAÍCES, salió al ruedo con un comunicado que, más que aclarar, deja un mar de preguntas flotando en el aire. La cuestión gira en torno a un convenio firmado entre la Intendencia de Salto y el sindicato ADEOMS, donde se garantizaría "estabilidad laboral" al personal ingresado por designación directa. Sí, leíste bien: estabilidad laboral sin concursos ni sorteos de por medio.

RAÍCES, en un gesto que podría interpretarse como moralista o estratégico, salió a cuestionar esta medida, que, según ellos, va en contra de los principios de transparencia e igualdad. Ahora, ¿lo dicen de corazón o están jugando al ajedrez político para pescar votos entre los que están cansados del "amiguismo"? Eso es lo que no queda claro. Porque, hay que decirlo, a veces la política del discurso limpio no siempre viene sin segundas intenciones.

El comunicado de RAÍCES es contundente en su tono. Hablan de respeto al Estatuto del Funcionario, de concursos abiertos, de evitar favoritismos políticos. En sus palabras: “Eludir los caminos igualitarios no está en el ADN del Frente Amplio”. Es una afirmación fuerte, casi como si quisieran dejar claro que ellos, al menos, no van a cerrar filas detrás de decisiones que, según su visión, contradicen los valores que dicen defender. Pero claro, ¿realmente creen esto o están jugando a diferenciarse para quedar bien parados de cara al futuro?

Porque, seamos honestos, la estabilidad laboral para funcionarios designados a dedo no es un tema menor. Es algo que toca nervios. ¿Cómo explicarles a quienes esperan ansiosos una oportunidad en un concurso público que otros simplemente la tienen garantizada sin pasar por el mismo aro? Esa es la grieta que RAÍCES intenta subrayar, pero al mismo tiempo, su postura genera otras preguntas. ¿Es este rechazo una verdadera convicción o una jugada para posicionarse como los paladines de la meritocracia frente al descontento ciudadano?

Lo interesante es que este es un cuestionamiento que surge dentro del propio Frente Amplio. RAÍCES no es oposición, es parte del mismo barco. Entonces, ¿qué significa este golpe a la Intendencia de Salto? ¿Es un llamado a la reflexión interna o una maniobra para distanciarse de una gestión que no quieren defender públicamente? Ellos insisten en que su prioridad es la transparencia, el respeto a la legalidad y la defensa de los valores igualitarios. Pero no podemos evitar preguntarnos si estas declaraciones no vienen cargadas de cierto cálculo político.

El comunicado también toca otro punto clave: el rol del movimiento sindical. Reconocen su importancia en la defensa de los derechos laborales, pero dejan claro que todo debe negociarse dentro de los marcos legales. Es un mensaje directo a ADEOMS y, de manera indirecta, a todos los que puedan estar pensando que "estabilidad laboral" sin concurso es un derecho adquirido. RAÍCES no lo ve así, y lo dicen sin rodeos.

Lo que queda en el aire, entonces, es el impacto real de este comunicado. ¿Es una declaración de principios que busca cambiar las cosas o un guiño estratégico para captar el voto de quienes están cansados del mismo sistema de siempre? Porque, seamos sinceros, en la política a veces las palabras son solo eso: palabras. Lo que cuenta es lo que se hace después.

Y mientras tanto, la ciudadanía de Salto queda atrapada en este tira y afloja. ¿Quién tiene la razón? ¿Es RAÍCES una voz de conciencia dentro del Frente Amplio o simplemente otro jugador en el tablero político? Quizás la respuesta no esté en el comunicado, sino en lo que pase después. Porque al final del día, las dudas persisten. ¿Están realmente convencidos de lo que defienden o simplemente están buscando el momento perfecto para posicionarse?