El dólar se dispara en Brasil, marcando un ajuste histórico en los precios relativos con efectos duraderos.
La depreciación del real frente al dólar refleja un déficit fiscal insostenible y el impacto global del fortalecimiento del dólar.
El real en declive
El fortalecimiento del dólar frente al real brasileño en los últimos meses ha encendido alarmas tanto dentro como fuera del país. La depreciación del real, que inició el año en R$ 4,85 y alcanzó R$ 6,30 recientemente, refleja no solo un fortalecimiento global del dólar, sino también factores domésticos que agravan la situación económica en Brasil. Este ajuste del 30% nominal en 2024 supera con creces el promedio regional, apuntando a problemas internos que trascienden la coyuntura internacional.
Factores domésticos: la raíz del problema
El deterioro fiscal de Brasil ha sido un factor central en la depreciación del real. El déficit, que ya era elevado tras la pandemia, alcanzará un insostenible 9% del PIB en 2024 debido al aumento del gasto público. A esto se suman expectativas de menor crecimiento global y precios bajos de los commodities, que limitan las perspectivas de recuperación económica. Sin señales claras de un plan fiscal creíble, el escenario es de incertidumbre prolongada.
Precios relativos: una brecha que se ensancha
El fortalecimiento del dólar ha provocado un ajuste significativo en los precios relativos entre Brasil y sus socios comerciales. En 2024, los precios en dólares en Brasil cayeron un 17,4%, mientras que en Argentina la caída fue de solo 7%. Esto ha incrementado la competitividad relativa de Brasil, pero ha agudizado una histórica desventaja para Argentina, que enfrenta costos más altos en dólares.
¿Transitorio o permanente?
El ajuste parece tener características permanentes. Aunque podría haber cierta moderación en la inflación y un eventual retroceso del tipo de cambio, los fundamentos económicos no apuntan a una recuperación rápida del real. Esto significa que el impacto en los precios en dólares de los bienes y servicios brasileños será duradero, al menos en el corto y mediano plazo.
Comparaciones históricas: una crisis más moderada
Aunque significativa, la depreciación reciente del real es menos abrupta que otras crisis previas, como la devaluación de 1999, que alcanzó el 60% en pocos días. Sin embargo, los impactos actuales no son menores, y ya se observan presiones deflacionarias y recesivas en la región.
Impactos en la región y oportunidades comerciales
El ajuste brasileño tendrá efectos mixtos en los países vecinos. En Argentina, por ejemplo, el encarecimiento en dólares favorecerá a industrias exportadoras como las de productos químicos, farmacéuticos y autopartes, mientras que sectores como vehículos, lácteos y plásticos enfrentarán mayor competencia. También se espera un aumento del turismo emisivo hacia Brasil y un abaratamiento relativo para turistas argentinos de mayor poder adquisitivo. Sin embargo, el contrabando y la menor afluencia de turistas brasileños afectarán negativamente a la economía de frontera.
Perspectivas para 2025
El contexto externo para 2025 estará marcado por un dólar fuerte, precios bajos de commodities y un bajo dinamismo de los mercados globales. Brasil, con precios en dólares más competitivos, podría aprovechar ciertas ventajas comerciales, pero su debilidad fiscal y la falta de un plan económico claro limitarán su capacidad de crecimiento.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Haz clic aquí para unirteDescarga nuestra app para acceder a Salto al Día en tu móvil:
Descargar App (ZIP)