Un momento para reflexionar y agradecer por el camino recorrido y el nuevo año que comienza lleno de desafíos.
Un brindis por un año más de historias compartidas, críticas valientes y el compromiso de seguir buscando la verdad.
A vos, que estás leyendo esto con una taza de mate o tal vez una copa de brindis al lado, te queremos hablar desde este lugar que es Salto Al Día. Porque no es una simple web, no es un montón de letras que se juntan para contar cosas; es, más bien, un espacio donde tratamos de mirar lo que pasa con los ojos bien abiertos, sin pestañear, y donde siempre nos queda algo por decir, aunque el mundo esté a los saltos.
Este año que se va no fue cualquier cosa. Se sintió como un tango largo, de esos que te aprietan el corazón y te obligan a mover el cuerpo aunque no quieras. Hubo momentos de alegría, sí, porque no vamos a negar que también supimos reírnos de nosotros mismos. Pero también hubo días oscuros, de esos que no te dejan ver más allá de la esquina, donde parece que todo está patas para arriba y la esperanza se te esconde como un niño travieso.
¿Y qué hicimos nosotros desde acá? Mirá, te lo decimos de frente: nos embarramos. Nos metimos en cada charco, en cada historia, en cada denuncia. No estamos casados con nadie, porque nuestra lealtad no es a los que manejan los hilos, sino a los que están del otro lado, como vos, esperando que alguien diga lo que no se quiere decir. Le dimos, sin miedo y sin freno, a todos los que se creyeron intocables, a esos que piensan que las mentiras y las triquiñuelas no tienen fecha de vencimiento. Porque si algo tenemos claro es que la corrupción no elige partido ni bandera; la corrupción se mete donde le abren la puerta, y nosotros estamos acá para cerrar esa entrada con candado y tranca.
Pero también aprendimos. Aprendimos de vos, de la gente que se toma el tiempo de leer, de opinar, de compartir. Nos enseñaron que la crítica duele, pero también fortalece. Nos marcaron los errores, porque sí, los cometemos, y no somos ningunos santos. Pero nos comprometemos a ser mejores, a seguir buscando, investigando, contando esas historias que a veces se pierden entre los ruidos del día a día.
Y ahora, al borde de este nuevo calendario que empieza a desplegarse, te queremos agradecer. Por estar, por confiar, por no soltar la mano cuando más lo necesitamos. Porque esta relación que tenemos con vos es una especie de compadrazgo, una mezcla de confianza y responsabilidad que nos hace seguir adelante, aunque a veces se nos frunza el alma.
En este ¡época de brindis y promesas, no te vamos a prometer la perfección, porque no existe. Pero te prometemos que vamos a seguir siendo fieles a nuestra esencia: independientes, críticos, y, sobre todo, humanos. Porque acá no hay robots ni agendas ocultas, solo gente que ama lo que hace y cree que la verdad, por más dura que sea, siempre vale la pena.
Así que levantemos la copa, el mate, o lo que tengas a mano. Brindemos por un año nuevo, por las historias que nos esperan y por seguir compartiendo este camino. Y no te olvides: el futuro se construye entre todos, con manos limpias y corazones valientes. Gracias por ser parte de Salto Al Día, y nos vemos del otro lado de la medianoche, listos para escribir un capítulo más de esta historia que es nuestra, de todos y de nadie.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Haz clic aquí para unirteDescarga nuestra app para acceder a Salto al Día en tu móvil:
Descargar App (ZIP)