La coalición de gobierno se ve sacudida por la disputa por el voto cruzado, mientras las elecciones municipales se acercan. Foto: Federico Gutierrez/FocoUy
La disputa por el voto cruzado marca el inicio del año electoral, con colorados y blancos enfrentados por una medida que podría cambiar el panorama de las elecciones departamentales.
El 2025 arrancó con un escenario político tenso. La coalición entre el Partido Nacional (blancos) y el Partido Colorado se ha visto sacudida luego de la decisión de la Corte Electoral sobre las elecciones departamentales y municipales que se realizarán en mayo. La controversia surgió cuando el órgano electoral decidió, por siete votos a dos, mantener la prohibición de votar a intendentes y alcaldes de diferentes partidos, una medida que no es nueva, pero que ha generado un fuerte choque entre los socios de la coalición.
Desde hace años, los colorados vienen pidiendo la habilitación del llamado "voto cruzado", que permitiría a los votantes elegir candidatos de distintos partidos para los cargos de intendentes y alcaldes. Sin embargo, la Corte Electoral desestimó esta posibilidad nuevamente, lo que desató el malestar dentro de la interna de la coalición. Los colorados no tardaron en expresar su descontento, acusando a los blancos de poner freno a sus opciones electorales. La presidenta del Partido Nacional, Macarena Rubio, fue una de las primeras en manifestarse, defendiendo la postura de su partido. A través de Twitter, Rubio dejó claro que el Partido Nacional no está de acuerdo con el voto cruzado y pidió que la Corte mantuviera su resolución para las elecciones de mayo.
El conflicto no pasó desapercibido. Desde el Partido Colorado, varios dirigentes respondieron rápidamente, entre ellos, Walter Verri, subsecretario de Industria, quien mostró su desacuerdo con la postura de Rubio. Verri cuestionó a los blancos, sugiriendo que su postura solo beneficiaba al Partido Nacional en lo nacional, sin tener en cuenta las necesidades de la coalición en los departamentos. Maximiliano Campo, diputado electo por Tacuarembó, también se sumó a las críticas, señalando que el Partido Nacional "nunca cede un centímetro" cuando se trata de sus propios intereses, y recordó que la falta de acuerdo en los departamentos no es solo responsabilidad de los colorados.
El tema del voto cruzado no es nuevo, y se ha discutido en varias ocasiones desde 2009, cuando se crearon los municipios. Los colorados, junto con el Partido Independiente, han intentado en varias oportunidades aprobar esta medida, pero nunca han tenido la mayoría necesaria en la Corte Electoral. Para esta ocasión, han presentado un recurso, argumentando que la Corte tiene la posibilidad de habilitar el voto cruzado mediante "alternativas", como el uso de dos urnas separadas para las votaciones departamentales y municipales. Los colorados también insisten en que debe prevalecer la "libertad del elector", un principio consagrado en la Constitución.
Por otro lado, los blancos defienden la prohibición del voto cruzado, basándose en que la ley general de elecciones establece que si hay más de una papeleta en el sobre y son de diferentes lemas, el voto debe ser anulado. Para los nacionalistas, esta es una cuestión de principio, y consideran que la ley debe ser respetada tal cual fue redactada. Incluso el senador Sergio Botana, en defensa de esta postura, señaló que cuando se discutió la ley, se optó por no habilitar el voto cruzado para evitar debilitar los partidos políticos en su base.
A la disputa por el voto cruzado se sumó otra polémica relacionada con la reglamentación de las elecciones municipales. El artículo 5 del reglamento establece que aquellos que hayan participado de la interna de un partido no podrán postularse como candidatos a alcaldes o concejales por otro partido. Esta cláusula fue rechazada por los blancos, pero aprobada por los ministros del Frente Amplio por una diferencia de 5 a 4 votos. Los colorados intentan ahora levantar esta prohibición, considerando que limita las opciones de los votantes.
La situación, por tanto, no parece calmada. La tensión dentro de la coalición crece mientras las elecciones de mayo se acercan, y la lucha por el voto cruzado, así como la controversia sobre las candidaturas municipales, sigue siendo un tema de debate. Con el panorama tan dividido, parece que el 2025 será un año marcado por la disputa interna entre los aliados políticos.
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