Frente Amplio en tensión por dichos de Castillo sobre Venezuela

La declaración de Castillo sobre Maduro desató un debate encendido en la izquierda uruguaya. Foto: Focouy

La declaración de Juan Castillo sobre las elecciones venezolanas desató críticas dentro y fuera del Frente Amplio, exponiendo fisuras en la izquierda uruguaya.

Las palabras de Juan Castillo, designado como ministro de Trabajo en el próximo gobierno de Yamandú Orsi, detonaron una bomba política en Uruguay. Al afirmar que "los venezolanos han elegido este gobierno" en referencia a Nicolás Maduro, el dirigente comunista generó incomodidad en su propio partido y reavivó las críticas de la oposición.

"Hay que decir la verdad. Si Edmundo González Urrutia no pidió reunión con Orsi, no íbamos a recibirlo. Orsi no tiene que atender a cualquiera que pase por ahí y menos si no es nadie", declaró Castillo este martes, justificando la falta de un encuentro entre el presidente electo de Uruguay y el opositor venezolano.

La reacción no se hizo esperar. El senador frenteamplista Mario Bergara tomó distancia públicamente: "No coincidimos en esa visión. Estoy convencido de que hubo fraude en las elecciones venezolanas. Los resultados no son legítimos y es imposible avalarlos".

Por su parte, Francisco Astori, economista e hijo del exministro Danilo Astori, fue más contundente en su crítica. En sus redes sociales, escribió: "El daño que le ha hecho Maduro a la izquierda latinoamericana es inconmensurable. Y esta declaración es impresentable".

Las fisuras dentro del Frente Amplio no tardaron en convertirse en munición para la oposición. La senadora Graciela Bianchi fue tajante: "Castillo no podría asumir como ministro. Si ya estuviera en funciones, esto ameritaría una interpelación". Además, recordó que el Partido Comunista y el Socialista bloquearon una declaración parlamentaria unánime en contra del régimen de Maduro.

En medio de este vendaval, Castillo no retrocede ni cambia su discurso. Mientras tanto, las tensiones dentro del Frente Amplio crecen, dejando en evidencia que la unidad de la izquierda uruguaya no siempre es tan sólida como parece. ¿Podrá el nuevo gobierno sortear estas diferencias o será este solo el primer round de una larga serie de choques internos?