.png)
.jpg)
El discurso final subraya los riesgos del poder sin límites, la tecnología descontrolada y el impacto en derechos esenciales.
Biden cierra su mandato alertando sobre los peligros de la concentración de poder y la desinformación en una era de transformación tecnológica.
El último mensaje de Joe Biden como presidente no fue una simple formalidad. Desde el Despacho Oval, el mandatario saliente aprovechó cada palabra para dejar en clara su preocupación por el futuro de Estados Unidos, al tiempo que destacó los logros de su gestión. Su tono, reflexivo pero contundente, pintó un panorama de desafíos inminentes y oportunidades sembradas.
“Hoy, en Estados Unidos, estamos viendo cómo se forma una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia. Esto amenaza nuestra democracia, nuestros derechos básicos y la igualdad de oportunidades”, advirtió Biden, recordando inevitablemente las palabras de Dwight Eisenhower en 1961, cuando alertó sobre el poder del "complejo militar-industrial". Esta vez, sin embargo, el enemigo parece trasladado al ámbito económico y tecnológico.
Un llamado a la vigilancia
Biden no se guardó nada: apuntó directamente contra los “intereses de ultramillonarios” que, según él, socavan los avances del país en igualdad. Pero no se quedó allí. “La desinformación nos sepulta. Las redes sociales han abandonado la verificación de datos, y la inteligencia artificial podría convertirse en una amenaza para nuestra privacidad si no se regula adecuadamente”, aseguró.
La advertencia iba más allá de las palabras: era un llamado a estar alertas, a no bajar la guardia frente a las fuerzas que buscan ejercer un control desmedido, incluyendo su impacto en la crisis climática. Según Biden, proteger las libertades civiles y el derecho a la expresión es vital para el “gran proyecto” de democracia que lleva más de 200 años en construcción.
Legado y logros
En sus cuatro años de mandato, Biden asegura haber sembrado las bases para un progreso duradero. “Tomará tiempo sentir el impacto de todo lo que hemos hecho juntos, pero las semillas están plantadas”, afirmó. Entre sus logros destacó la creación de 17 millones de empleos, el plan de renovación de infraestructuras y la reducción del precio de los medicamentos genéricos, beneficiando a millones de adultos mayores. También subrayó el fortalecimiento de la producción nacional de semiconductores, que posiciona a Estados Unidos como un líder en tecnología.
“La pandemia nos puso a prueba, pero juntos logramos avanzar”, dijo, reconociendo que los frutos de muchas de sus iniciativas tardarán en manifestarse por completo.
Una mirada global
El discurso no solo miró hacia adentro. Biden destacó el acuerdo de paz entre Israel y Hamás y reafirmó el liderazgo de Estados Unidos en el escenario global. Mencionó la cooperación con la OTAN y el respaldo a Ucrania, que “sigue siendo libre” gracias, en parte, al apoyo estadounidense.
En un gesto inusual, Biden deseó éxito en la nueva administración de Donald Trump, aunque el mensaje estuvo claramente dirigido a consolidar su propio legado como un líder que puso a la democracia y la justicia en el centro de su mandato.
Un cierre con eco
El mensaje final de Biden, más que una despedida, fue un recordatorio de las amenazas que enfrenta la democracia estadounidense y un llamado a la acción colectiva. A sus 82 años, y tras cinco décadas de carrera política, deja un legado que, según él, recién comienza a germinar. Ahora, el desafío recae en el pueblo estadounidense, que deberá decidir cómo proteger y expandir ese proyecto democrático que, como advirtió Biden, está lejos de estar garantizado.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
Haz clic aquí para unirteDescarga nuestra app para acceder a Salto al Día en tu móvil:
Descargar App (ZIP)
Fundado el 9 de abril de 2010, Diario Salto Al Día es un medio de prensa de Uruguay que se dedica a informar sobre noticias nacionales e internacionales.