El productor abandona la mansión tras una disputa por impagos, mientras la policía interviene y el conflicto sigue sin resolverse.
El productor Fernando Cristino dejó la mansión en medio de un conflicto por el alquiler impago, mientras la policía intervenía. El contrato sigue siendo tema de controversia.
Este martes, la mansión de Punta del Este donde Fernando Cristino, reconocido productor y relacionista público, se encontraba alojado con su equipo de modelos e influencers, fue escenario de un incidente que acabó con la intervención de la policía. Todo comenzó con una acalorada discusión entre Cristino y el dueño de la propiedad, quien había denunciado presuntos impagos del alquiler.
El arrendador, según versiones confirmadas, había solicitado que Cristino abandonara la residencia debido a que consideraba que no se estaban cumpliendo con los pagos pactados en el contrato. Mientras tanto, Cristino y sus abogados aseguraban que el acuerdo seguía vigente y que aún quedaban plazos para el pago. Sin embargo, la situación escaló rápidamente, lo que llevó a la intervención de la policía, solicitada por el arrendador.
A pesar de las tensiones, Cristino decidió abandonar la mansión, y lo hizo a última hora del martes, según informó el mismo productor en sus historias de Instagram. En su mensaje, Cristino aseguró que su salida se debía a "razones de buena convivencia", aunque reiteró que consideraba que el contrato aún estaba vigente y en los plazos correspondientes.
La situación no tardó en generar controversia, ya que el contrato de arrendamiento fue firmado por un tercero, lo que terminó complicando aún más la situación legal de Cristino. En una declaración que hizo más temprano, el productor indicó que el arrendamiento se extendía hasta el 11 de enero y que había un proyecto de reality que no se concretó debido a la retirada de un sponsor principal.
La polémica llamada con Beatriz Argimón
Este incidente en la mansión no es el primer momento de controversia en la vida de Cristino. En el pasado, una llamada telefónica que realizó a la vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, por una deuda pendiente, también fue foco de atención mediática. Aunque el episodio ocurrió en otro contexto y no tiene relación con lo sucedido en la mansión, la llamada fue un punto de inflexión en la carrera de Cristino, quien intentaba resolver un conflicto económico. Esta situación se convirtió en un tema de discusión pública, lo que sumó a su ya complicada imagen pública.
El desenlace: una mansión vacía y proyectos truncos
Finalmente, tras el altercado, gran parte del equipo de Cristino, compuesto por modelos e influencers, ya había dejado la mansión antes que él. Para ese entonces, el proyecto que se pensaba realizar en la casa, un reality que había generado expectación, también quedó suspendido por la retirada del patrocinador principal.
Este incidente no solo resalta las tensiones en torno a los acuerdos de alquiler, sino también el constante vaivén de la industria del entretenimiento, donde las promesas de proyectos y contratos no siempre se concretan y las disputas legales se convierten en espectáculos paralelos.
Si bien la llamada a Beatriz Argimón sigue siendo parte de la historia de Cristino, este nuevo conflicto resalta una vez más cómo las apariencias, los contratos y las relaciones personales en el mundo de la producción de eventos pueden ser tan volátiles como la temporada en Punta del Este.
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