La detención y liberación de María Corina Machado reflejan la crisis política y la resistencia de la oposición venezolana.
La crisis venezolana escala con la detención de María Corina Machado y un tercer mandato de Maduro, en medio de acusaciones de fraude y represión.
El clima político en Venezuela vuelve a encenderse con un nuevo episodio que suma tensión a una situación ya de por sí inestable. Nicolás Maduro, en un movimiento previsible pero controvertido, se dispone a asumir su tercer mandato presidencial en un acto que, más que celebrar, intensifica la fractura política y social del país. Pero la noticia que sacudió la jornada fue la detención momentánea de la líder opositora María Corina Machado, quien denunció haber sido interceptada, retenida y obligada a grabar videos bajo coacción antes de ser liberada.
La oposición venezolana lleva meses denunciando fraudes electorales y violaciones a los derechos humanos, y la investidura de Maduro no hace más que echar más leña al fuego. Edmundo González Urrutia, el candidato opositor que reivindica la victoria en las últimas elecciones, aseguró que las actas de votación están a buen recaudo en una bóveda del Banco Nacional de Panamá. Para él, el régimen chavista perdió toda legitimidad, y lo que sucedió con Machado es una prueba más de las prácticas represivas del gobierno.
La situación de Machado generó reacciones inmediatas dentro y fuera del país. La propia líder opositora, tras ser liberada, utilizó la red social X para enviar un mensaje que buscaba levantar el ánimo de sus seguidores y reforzar la idea de que la lucha continúa. “Hoy, el Bravo Pueblo demostró cómo se vence al miedo”, afirmó Machado, agradeciendo el apoyo recibido y prometiendo más detalles sobre lo sucedido en las próximas horas. Su mensaje fue claro: la resistencia no se detiene.
Desde el régimen, las respuestas no se hicieron esperar. Diosdado Cabello, ministro del Interior y una de las figuras más poderosas del chavismo, calificó la versión de los hechos como un invento de la oposición. Según Cabello, no hubo ninguna detención y todo fue un montaje para provocar reacciones internacionales. “Ella está loca porque nosotros la capturemos”, dijo Cabello en una declaración que no hizo más que elevar las tensiones.
Mientras tanto, los medios oficialistas difundieron un video donde Machado aseguraba estar bien y a salvo. Sin embargo, desde la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) desmintieron la veracidad de esas imágenes, afirmando que fueron grabadas de forma forzada mientras la dirigente estaba retenida. Además, subrayaron que lo ocurrido no fue un acto aislado, sino parte de una estrategia sistemática de intimidación y control por parte del régimen.
Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. Organizaciones como Human Rights Watch confirmaron la detención de Machado y exigieron garantías para su seguridad. Líderes políticos de la región y del mundo condenaron el accionar del régimen venezolano. Incluso Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, expresó su apoyo a Machado y González Urrutia, refiriéndose a este último como “presidente electo” de Venezuela. “Estos luchadores por la libertad no deben ser lastimados y deben permanecer a salvo y vivos”, publicó Trump en su red social Truth Social.
El mensaje de Trump no tardó en recibir respuesta por parte de González Urrutia, quien agradeció el respaldo del líder estadounidense. “Los venezolanos sabemos que contamos con su determinación sobre la causa venezolana”, escribió en su cuenta de X.
Mientras tanto, el régimen de Maduro mantiene una orden de captura contra González Urrutia y ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares por información que conduzca a su arresto. Sin embargo, el líder opositor, que actualmente se encuentra en República Dominicana tras una gira por varios países de la región, no muestra signos de retroceder. Durante un acto en ese país, prometió regresar a Caracas para asumir la presidencia y llamó a sus seguidores a mantenerse firmes.
Por su parte, el gobierno de Joe Biden, a punto de finalizar su mandato, también se pronunció sobre la situación en Venezuela. Desde la Casa Blanca exigieron que se respete el derecho de María Corina Machado a expresarse libremente y condenaron la campaña de intimidación contra la oposición.
La tensión en Venezuela no se limita a la detención de Machado. Durante las protestas que se desarrollaron en varias ciudades del país, al menos 16 personas fueron detenidas por las fuerzas de seguridad. La ONG Foro Penal informó sobre estas detenciones y alertó que podrían ser más. “Recibimos reportes de posibles arrestos en varios estados que aún estamos verificando”, afirmó Gonzalo Himiob, vicepresidente de la organización.
La investidura de Maduro está prevista para realizarse en el Parlamento, un órgano dominado por el chavismo. Pero en paralelo, la oposición evalúa alternativas. Una de las versiones que circula es que González Urrutia podría asumir simbólicamente la presidencia en la embajada de Venezuela en República Dominicana. Para la oposición, este acto sería una forma de desafiar la legitimidad de Maduro y enviar un mensaje al mundo de que la lucha por la democracia sigue vigente.
El escenario en Venezuela es volátil y está marcado por la incertidumbre. Las piezas del tablero político se siguen moviendo, y tanto el régimen como la oposición parecen dispuestos a llevar la disputa hasta las últimas consecuencias. La detención y liberación de Machado es solo un capítulo más en una historia que, lejos de encontrar una solución, sigue escribiéndose día a día con nuevas tensiones y desafíos.
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