
La situación económica actual en el país ha generado preocupación en diversos sectores, y las carnicerías y almacenes de barrio no escapan de esta realidad. La suba de precios sin control está poniendo en jaque a estos pequeños comercios, que temen tener que cerrar sus puertas ante la falta de ventas. Esta situación se ha agravado en los últimos días, lo que genera aún más incertidumbre entre los comerciantes.
Alejandro, un carnicero de barrio, comentó a Salto Al Día sobre la alarmante situación: «En menos de 15 días, la carne subió 20 pesos y a partir del viernes, vas a pagar un kilo de asado, $360». Esta tendencia alcista en los precios de productos básicos como la carne, representa un duro golpe para las familias y, en consecuencia, para las ventas de los comercios de proximidad.
La principal preocupación de estos comerciantes es la falta de acción por parte de las autoridades. Alejandro señala que «nadie está haciendo nada y si esto sigue así, muchos van a correr el riesgo de cerrar sus puertas ya que los gastos e impuestos son enormes». La ausencia de medidas de contención y la inacción gubernamental frente a esta problemática generan un panorama incierto para el futuro de las carnicerías y almacenes de barrio.
Los pequeños comercios cumplen un rol fundamental en la economía local, generando empleo y abasteciendo a las familias con productos de primera necesidad. La posible desaparición de estos negocios traería consecuencias negativas, tanto a nivel económico como social.
Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto y busquen soluciones para frenar la escalada de precios y proteger a los comercios de barrio. Entre las posibles medidas se encuentran la implementación de políticas de contención de precios, apoyo económico a pequeños comerciantes y mayor fiscalización de la cadena de producción y distribución.
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Carnicerías y almacenes de barrio en peligro: la preocupación crece ante el incremento desmedido de precios