[author title=»Dr. Alvaro Vero» image=»https://saltoaldia.com.uy/wp-content/uploads/2023/01/alvaroo-vero.jpg»]Especialista en Salud Pública-Internista[/author]
Me pregunto: ¿Cuál será el lìmite de la tolerancia lógica de las ideas en una sociedad democrática?
Lógicamente que habrá siempre el choque de las ideas dentro de objetivos comunes de las diferentes sociedades, con sus valores, historia, cultura, que forman parte de su acervo o imaginario de por donde debe transcurrir la vida y sus objetivos sociales.
Pero no deja de sorprender la tolerancia infinita ante fenómenos políticos y de finalidad social dentro de la salud negativos.- En definitiva èstos serán el resultado o expresión de lo que entienda la sociedad en la materia – es un valor intrinseco.
Todavìa no se apagan los ecos de la fiesta del lago de la Villa, las opiniones públicas chocan entre sì, no dan certezas y aumentan las incertidumbres sobre lo que ocurrió en el evento. De igual manera la venta de Casa de Galicia que no termina de cumplir con lo acordado.
La situación del HRS fue reconocida como de carencias en cuanto a la atención del usuario, ante representante de los mismos en ASSE pero hasta ahora se negó, algo que viene desde la mas remota historia, recursos que no llegan a ser los necesarios, que se los lleva Montevideo, y se cae en la discusión política, negando un proyecto que satisfaga al usuario, no lo saben hacer, generan un tema político y de pobre gestión médica.- Generan un accidente-en-salto/">tráfico de influencias.
El público interpreta en oportunidades que quejarse de la atención médica dentro del sistema es una afrenta al gobierno de turno, o radicar culpas en el pasado, cuando el problema es de otra índole, : capacidad – voluntad- planes y objetivos, de acuerdo a la situación de morbilidad del departamento. Se habla de Atención Primaria, de médicos de familia, y el sistema es de policlínicas ajustadas al laudo , periòdicas, sin estar dentro de un sistema colectivo de salud. Han generado una gran mentira. No se piensa en poblaciones ,necesidades, recursos ni en los objetivos primarios.
En Búsqueda del 19/1/23 se detalla la operativa para arrendar ambulancias ; trámite observado por el Tribunal de Cuentas, empresa fantasma que llegó a tener dirección en la verdulerìa “El boñato Loco”,,que exime de todo comentario , al igual que las explicaciones oficiales que dan los mismos jerarcas que intervinieron en temas salteños.
Parecerìa que ASSE deberìa tener mejor destino ; no olvidemos que fue dirigida por “el poeta de la salud” en su momento , y por una exministra desaparecida en el tema…en fin hay cosas del pasado y del presente que están fuera de la razón humana. Adolece de errores históricos donde la descentralización del MSP le ha jugado en una falta de armonía , o más bien una disociación con el plano normativo del MSP – responden a visiones políticas con distintos responsables.
Los resultados finales son la sumatoria de varios limites tecnológicos, equipos, medicamentos, especialistas mal distribuidos y escasos en el interior, esperas y colas, y cientos de direcciones designadas a dedo por una especie de desmesura política de lo que que no se hacen responsables.
Por otro lado los profesionales de la salud están obligados por el derecho común a actuar de manera responsable en la práctica clínica diaria de su profesión, tratando de evitar imprudencias, ignorancias, impericias y negligencias para el bienestar y protecciòn de los pacientes.
Dicho esto la obligación del médico es indicarle al paciente un tratamiento que no sea malo o incorrecto, sino proponerle el mejor posible de la práctica médica en un lugar y un momento. Hoy en la relación médico -paciente el médico tiene la obligación de informar y el paciente la de decidir.
Max Weber ha llamado una ética de la responsabilidad por las consecuencias – que quiere decir que en las decisiones que se toman hay que valorar también que consecuencias tienen asumiendo la responsabilidad. En la práctica clínica es evidente que el juicio sobre una situación concreta es más correcto cuando no solo se tiene en cuenta la perspectiva del médico sino también la de enfermerìa, la de los familiares y la del propio paciente.
Cuando quien decide es una sola persona existe el riesgo de que sus intereses personales acaben imponiéndose a los demás.
La ética es tan antigua como la medicina y por ello las profesiones que tienen en sus manos la vida humana intentan exigir a sus miembros niveles de calidad muy superiores a los marcados incluso por el derecho. En el caso de la medicina el medico deberìa ser el abogado del paciente y actuar en pro del bienestar de este. Las instituciones de salud deben incluir la enseñanza de la bioètica para que las empresas asuman la responsabilidad social por la consecuencias de los actos de los profesionales de la salud.
Ahora la medicina se ha convertido en una gran empresa y el médico ha dejado de ser el único protagonista para dar paso a la ética empresarial, por ejemplo con estrategias de calidad total.
Los comités de bioètica hospitalaria están previstos en el marco legal, lo que no está previsto es que politizados los cargos, sean ocupados por profesionales con enormes manchas personales de trascendencia social ,que muy por fuera de la ética social y con políticas acomodaticias lleguen a ocupar los cargos de decisión como pasa hoy en día.
Las funciones de estas comisiones son educativas, consultivas y administrativas. No hay constancia que los órganos nacionales de ética tengan voluntad y capacitación para incurrir en estos temas.
A mi modesto entender el sistema salteño adolece imperfecciones graves, que se intentan mejorar con más directores, que no sólo no aportan soluciones, sino que crean más problemas por la falta de idoneidad y el respeto natural y vertical de cualquier profesión, que no lo tienen ni tendrán.
Existe la visión de más recursos físicos y humanos, pero no se sabe bien para què, no hay proyectos, no hay conocimiento de población y sus problemas , ni de simples estadísticas ,solo fotos y deseos políticos atando las críticas naturales a una concepción de gobiernos y no de salud. Es posible que un gobierno tenga grandes aciertos en algunas materias y en otras no tanto. Pero en salud hay un sólo partido y es la calidad de los servicios que recibe la gente , como es el beneficio en materia de indicadores epidemiológicos, de accesos, de tecnología adecuada etc. Siempre habrá crítica en la medida que es imposible todo lo que la ciencia médica hoy puede dar y no es posible.
Hoy el hospital Salto esta en un debe y hay que reconocer que en los departamentos limítrofes están por encima , las causas no son motivo de la nota pero seguramente la estructura de servicios de Salto y sus anónimas mèdicas han influido generando dineros a los propietarios.
Hoy la epidemiologìa es básica en la planificación de los servicios, el aumento de las enfermedades crònicas no trasmisibles ,el envejecimieto,las invalideces, constituyen los desafíos a la vieja estructura de servicios, a los viejos presupuestos. La fragmentación de servicios públicos y privados lleva al entredicho de quien es el responsable de la salud de la población y en consecuencia surgen las omisiones ,duplicación de esfuerzos,inequidades y también financiaciones no adecuadas.- En suma un bajo rendimiento de los recursos asignados y sumado a carencia de los mismos.
No se conoce la demografìa o a que población se dirigen, la epidemiologìa o sea las frecuencias y riesgos de las enfermedades, las auditorìas que buscan examinar la gestión, la prescindencia de la telemedicina, y ausencia de quien se haga cargo por la falta de capacitación.
Entonces aparecen acciones de violencia, atribuir a políticos pasados ,y presentes, a buscar causalidades en las adhesiones partidarias cuando la salud es un derecho humano sin color político ,que como objetivo deberìa unir y no prestar la arena de la discordia partidaria, y eso también deberìa ser una responsabilidad de los representantes políticos.
Es por esto lo del principio ¿ cual es el lìmite ? Hemos visto muertes no esperadas e inexcusables, proyectos delirantes como llevar pacientes a operarse a contracorriente, contratos de ambulancias que responden a un exceso de autoridad pasando por encima de normas y reglamentos, designaciones en cargos de confianza que duraron 30 dìas, designaciones de jóvenes profesionales sin autoridad y sin capacidad o experiencia juzgando situaciones arbitrariamente, sumarios inconducentes ,denuncias que quedan cajoneadas,,,y lo grave que esto no es de hoy ni de ayer,,,es lo que siempre ha sufrido el usuario.
En amplia nota del diario El País del 22-01-23 está todo expresado del fracaso en el acceso a los servicios mutuales, todo indica que la pandemia no puede ser usada como excusa porque no se han ensayado los mecanismos de control necesarios,el apego a las normas, y es una grave omisión del MSP , con responsabilidad compartida entre la Junasa y la Dirección general de Salud , donde finalmente el estado paga por servicios que no evalúa.
Me pregunto si es posible que jerarcas de la salud salteña nombren a familiares médicos bajo su tutela, que dicen ser geriatras y no lo son ,que frecuentan autoridades de la privada con asados festivos y logran otra ubicación laboral, que el figurón no cumple tampoco con los horarios en lo público en base al amiguismo generado con la autoridad, me pregunto si esas actitudes no rompen con la tolerancia cuando no aportan más que beneficios a profesionales y para nada al usuario , me pregunto si cuando cambien las autoridades los que vengan harán lo mismo y así sucesivamente…me pregunto si un partido o gobierno debe asumir la irresponsabilidad de las acciones de sus designados, y finalmente si los cambios en marcha solucionarán problemas que son morales y viejos vicios de nuestros gobiernos. Creo que no.- Se han traspasado los límites de la tolerancia al menos en materia de Salud, que es a lo que me refiero específicamente.-
Es tan difícil entender que se puede opinar sin pensar en segundas intenciones o posicionamientos políticos.
Pero las causas que vale la pena defender son aquellas que están perdidas por los interesados en defenderlas.
El límite: escribe el Dr. Alvaro Vero