La política salteña se sacude una vez más con una controversia que deja muchas preguntas en el aire. Un audio filtrado en grupos militantes del Frente Amplio expone que Andrés Lima, exintendente de Salto, estaría organizando la asignación de terrenos, pese a que ya no ocupa ningún cargo en la administración municipal.
¿Un exintendente con poder de decisión?
El mensaje de WhatsApp no deja margen para la duda. En la grabación, un militante frenteamplista informa que el viernes 21 a las 18:00 horas deben presentarse en el lugar donde les corresponden los terrenos, y que la visita estará encabezada por Lima y otra referente política, Nelly.
La pregunta es obvia: ¿con qué autoridad Lima sigue participando de un proceso que debería estar bajo la órbita de la actual administración municipal? Un exintendente no tiene atribuciones para gestionar bienes públicos, lo que genera serias dudas sobre la legitimidad de este tipo de reuniones.
Los límites de la legalidad
De acuerdo con la normativa vigente en Uruguay, la gestión de terrenos municipales recae exclusivamente en el intendente en funciones y la Junta Departamental. Un exjerarca no tiene facultades legales para adjudicar, prometer ni intervenir en estos procesos administrativos.
Si bien no existe una ley específica que prohíba a un exintendente participar en este tipo de actividades, el principio básico de administración pública es claro: sin cargo, no hay autoridad.
Si Lima sigue operando como si aún gobernara, la pregunta inevitable es: ¿se trata de una simple muestra de influencia política o de una práctica que bordea la ilegalidad?
Un vacío institucional que abre sospechas
El episodio deja en evidencia una realidad incómoda: la delgada línea entre el poder formal y la influencia política. Lima ya no es intendente, pero sigue moviendo los hilos en Salto. ¿Esto es normal? ¿Las actuales autoridades están al tanto de lo que ocurre?
La transparencia en la gestión pública vuelve a estar en el centro del debate. Mientras los ciudadanos de Salto esperan respuestas, la política local sigue envuelta en la polémica.