Este viernes la futura ministra designada de Salud Cristina Lustemberg, dió a conocer los nuevos nombres de los directores departamentales de salud, quienes asumirán la tarea de coordinar y ejecutar las políticas sanitarias en cada territorio a partir del 1° de marzo. En Salto, el designado es el Dr. Luis Rodríguez, especialista en neurología, quien tomará el mando tras una administración que deja más dudas que certezas.
Una gestión marcada por el amiguismo y la falta de resultados
Rosa Blanco, la directora saliente, deja un saldo que difícilmente pueda considerarse positivo. Durante cinco años, su gestión estuvo marcada por el acomodo político y la falta de una estrategia clara para fortalecer la atención sanitaria en el departamento. En lugar de centrarse en mejorar el acceso a la salud y optimizar los servicios para la población, la administración que finaliza quedó enredada en una lógica de favoritismos y escasa eficiencia.
A pesar de los múltiples desafíos sanitarios que enfrenta Salto, la gestión saliente poco hizo para marcar una diferencia real en el territorio. El sistema de salud local no vio avances significativos en infraestructura, calidad de atención o acceso a especialistas, dejando una deuda pendiente con los usuarios del sistema público.
¿Quién es el nuevo director departamental?
El Dr. Luis Rodríguez es médico neurólogo, con experiencia en el ámbito asistencial y de gestión. Se desempeñó como director adjunto y subdirector del Hospital Regional de Salto entre 2015 y 2018, además de haber presidido el Sindicato Médico de Salto entre 2020 y 2024. Su perfil combina la práctica médica con el trabajo gremial, lo que plantea expectativas respecto a su capacidad para liderar un cambio en la dirección sanitaria del departamento.
Sin embargo, la incógnita principal sigue siendo si logrará desprenderse de la lógica de gestión que primó en los últimos años o si continuará por la misma senda de discrecionalidad y falta de planificación que caracterizó la administración de Blanco.
Un desafío urgente: reconstruir la credibilidad del sistema de salud
El principal reto de Rodríguez será recuperar la confianza de los salteños en su sistema de salud. Esto implica fortalecer la estructura de atención primaria, mejorar la coordinación con ASSE y otros actores sanitarios y garantizar que los recursos sean utilizados con criterio y eficiencia.
Si bien la designación de un nuevo director suele traer expectativas de cambio, en este caso la duda es si realmente se implementará una política de salud efectiva y sin los vicios del pasado o si se tratará de una mera continuidad maquillada de renovación.
Lo cierto es que Salto necesita una dirección departamental que priorice a los ciudadanos, que escuche sus reclamos y que gestione con transparencia. El tiempo dirá si Rodríguez estará a la altura del desafío o si solo será un nuevo nombre en la lista de gestiones que prometen mucho y entregan poco.