Más de 60 muertos, caos aéreo, miles sin energía eléctrica y daños de la «tormenta del siglo» en EE. UU

Durante los últimos cuatro días, la fuerte tormenta invernal Elliott, apodada la «Tormenta del Siglo» por la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha seguido azotando Estados Unidos y ya ha causado la muerte de al menos 28 personas en Búfalo. Ciudades afectadas en el estado de Nueva York, informa CBS News. Mientras tanto, el número de muertos en el país aumentó a 65 el martes, según NBC News.

La tormenta ya ha provocado cortes de electricidad en varias ciudades estadounidenses, con casi 20.000 vuelos cancelados y decenas de víctimas en nueve estados. Encontraron cadáveres congelados en coches y bajo la intensa nieve, buscando supervivientes «en coche».

«Búfalo se ha convertido en el epicentro de esta tormenta», dijo el martes el alcalde Byron Brown. Comparativamente, la reciente tormenta ha sido la mayor de los últimos 45 años.

El director del condado de Erie, Mark Polonkers, calificó la tormenta de «probablemente la peor que he visto nunca» y subrayó que «más o menos vemos la luz al final del túnel», pero que «esto todavía no es el final». le cita The York Times.

Hasta 23 centímetros adicionales de nieve podrían caer en partes del oeste de Nueva York el martes, según datos del Servicio Meteorológico Nacional recogidos por Associated Press.

La previsión es que mejore el tiempo a partir del miércoles. Sin embargo, el Comisionado de Servicios de Emergencia del Condado de Erie, Dan Neighbors Jr., dijo que las autoridades están preocupadas por la posibilidad de inundaciones a finales de esta semana debido al deshielo.

Los aeropuertos de varios estados afectados por la nieve aún no han reanudado sus operaciones. Más de 2.900 vuelos fueron cancelados el martes, incluidos unos 2.500 vuelos de Southwest Airlines, según CBS News. Las personas que tuvieron que embarcar en uno de sus vuelos finalmente cancelados estaban enfadadas. En la red han aparecido imágenes de maletas amontonadas en los aeropuertos y colas para la entrega de equipajes.

El Departamento de Transporte de EE.UU. dijo el lunes que investigaría las cancelaciones de vuelos, citando «preocupaciones sobre la desproporcionada e inaceptable tasa de cancelaciones y retrasos de Southwest Airlines y su incapacidad para apoyar adecuadamente a los clientes que experimentan cancelaciones o retrasos», señaló.

La peor situación se produjo en el aeropuerto internacional de Buffalo Niagara, donde la capa de nieve alcanzó cerca de 1,27 metros (5 pies) el lunes, según datos del Servicio Meteorológico Nacional. El aeropuerto permanecerá cerrado hasta el miércoles por la mañana.

Vehículos «en su mayoría cubiertos de nieve».

Las condiciones de las carreteras siguen siendo difíciles, ya que cientos de coches, autobuses y otros vehículos están bloqueados por la nieve, lo que dificulta la limpieza de las calles. Las autoridades han desplegado grandes tractores para facilitar el transporte de los heridos a los hospitales.

Los administradores del condado de Erie instaron a los automovilistas a respetar las normas de tráfico para no molestar a los trabajadores de emergencias y servicios públicos. Poloncarz añadió que se tarda mucho tiempo en despejar las carreteras porque los vehículos están «prácticamente cubiertos de nieve y hay que desenterrarlos y remolcarlos».

«La gente tiene que ser paciente y salir de la carretera hoy y levantar la prohibición de circular en Búfalo lo antes posible», dijo el alcalde Brown.

Alrededor de 1,7 millones de usuarios en EE.UU. se quedaron sin electricidad este sábado debido al frío intenso, la nieve y el viento. La electricidad ya es estable en la mayoría de los estados, pero unos 13.000 hogares y empresas de Maine y Nueva York siguen sin suministro este martes.

Los científicos afirman que la crisis del cambio climático puede haber contribuido a la intensidad de la tormenta. Así, Mark Serrez, director del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado en Boulder, afirmó que la acumulación de vapor de agua en la atmósfera puede haber contribuido a las tormentas invernales.